(También conocido como Califato Omeya o Califato de Occidente)
Proclamado por Abderraman III en el 929, supone la creación en la Península Ibérica de un estado musulmán andalusí independiente, con su propio líder político y espiritual y con capital en Córdoba (Qurtuba).
En el año 929, depués contener a los cristianos, asegurar el poder omeya en el Magreb y controlar a los jefes muladíes independientes, Abderramman III se proclamó Califa, consiguiendo así la independencia politica y religiosa de Al-Andalus respecto a cualquier autoridad exterior.
El Califato de Córdoba limitaba al norte con los reinos cristianos de León y Navarra y con los condados de Castilla y Barcelona. Al sur se extendía hasta el continente africano, incluyendo varios territorios en la costa.
Se pueden distinguir 3 fases en la historia del Califato de Córdoba:
929- 976 (coincidiendo con los reinados de Abderraman III y su hijo Alhakem II)
Época de esplendor. Fortalecimiento del Islám en la península. Expansión territorial y consolidación de las fronteras en el norte.
Progreso de la acitividad científica y artesanal. Impulso comercial en la península y por el Mediterráneo. Creación de un sistema político-administrativo sustentado por un fuerte control fiscal.
Desarrollo urbanístico de Córdoba, con las sucesivas ampliaciones de la Mezquita y florecimiento de las artes y la literatura, como se aprecia en las jarchas.